LA TORMENTA DEL SIGLO
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Lo sé, quizá el título suena salido de una de esas películas en las que hay un bote en medio del océano y de pronto aparece una tormenta increíblemente fuerte, y sí, las cosas se complican tanto que terminan habiendo muertes; quizá esta sea un situación extrema, pero sin darnos cuenta todos pasamos por algo similar en nuestras vidas y con más frecuencia de lo que imaginamos.
En Mateo 14:22-33 nos cuenta la historia de cuando Pedro camina sobre las aguas con Jesús; entremos en contexto, la historia inicia justo después de que Jesús alimenta 5 000 personas con 5 panes y 2 peces, envía a sus discípulos a cruzar el mar de Galilea y para él luego alcanzarlos, a las 4 a.m los vientos azotan el mar y los discípulos se ven en aprietos (estaban cansados según Marcos 6:48). Posteriormente Jesús aparece caminando sobre las aguas, sus discípulos se asustan porque creen que es un fantasma, Jesús les habla diciendo que es él, Pedro le reconoce y le pide que lo mande a llamar para caminar sobre el mar, Jesús le dice ven y Pedro sale de la barca para caminar sobre las aguas, posteriormente se asusta y se empieza a hundir, Jesús lo rescata y regresan a la barca.
Quizá aun no lo has entendido, pero esta historia se relaciona con nuestras vidas más de lo que pensamos, después de vivir cosas increíbles y vivir tranquilos. Llega el momento en que las cosas no empiezan a salir bien, “La Tormenta del Siglo” aparece y llegamos a creer que no vamos a lograr salir de ella, ¡no esta vez!.
Sin embargo en el momento menos esperado, siempre hay alguien que aparecerá para socorrerte y ese es Jesús, solo debes tomar una de las opciones 1- reconocerle o 2- verlo pasar de lejos como un fantasma; Pedro decidió reconocer y salir de la barca, porque sabía que sin importar los factores a su alrededor, Jesús nunca lo dejaría.
Atrévete a vivir lo extraordinario con Jesús, anímate a dejar la barca y empieza a caminar en fe, no permitas que las circunstancias te desanimen y llenen de temor, recuerda que tus problemas no son más grandes que el poder de Dios sobre tu vida, Él está esperando que lo busques para decirte, ¡VEN, CAMINEMOS JUNTOS!.