¿Y DÓNDE ESTÁ DIOS?

Había una vez un hombre que tenía todo lo que alguien hubiese podido desear, tenía dinero, una familia grande y hermosa, muchos autos y una propiedad inmensa. Tenía animales y toda especie de árboles y plantas. De verdad tenía la vida que cualquiera se desea, incluso tú te la desearías ¿quién no quisiera tener todo lo que quiere al alcance de su mano?

La manera de ser de este hombre agradaba tanto a Dios que Él le bendecía con abundancia, pero llegó el día en que todo, de un pronto a otro, le fue quitado. Sus hijos murieron en un incendio, no quedó ni uno solo vivo, todo lo que poseía se lo habían robado o destruido. Y por si fuera poco, se enfermó de tal forma que la piel se le caía a pedazos. Nada de lo que le estaba sucediendo a este buen hombre tenía sentido, si había pasado toda su vida agradando a Dios, ¿por qué le sucedía esto tan malo?

Tal vez ya hayas escuchado esta historia muchas veces, o tal vez no, es la historia de Job, es tan impactante que hay un libro en la biblia dedicado a él, puedes buscarlo. Independientemente de ello, hay algo importante que Dios te quiere enseñar hoy, y si has estado o estás pasando por momentos difíciles, esto es para ti.

Puede que, al igual que Job, hoy estés “chupando tierra”, que te sientas sin fuerzas, arrastrándote por tu dolor. Puede que todo por lo que hayas luchado carezca de sentido, que todo lo que amabas se fue, se te fue quitado todo, te robaron, te ofendieron, se burlaron de ti. Y por si fuera poco, lo que estás pasando te hace sentir una tristeza tan grande que sientes que te caes a pedazos por dentro, y nadie, ni siquiera tú, entiendes por qué tienes que pasar por esto, incluso si has pasado tu vida tratando de ser una persona ejemplar.

Y en medio de todo esto ¿dónde se supone que está Dios?, la respuesta a ello es que Él está justo a tu lado, lo que pasa es que algunas veces como humanos, hacemos muy grandes los problemas y nos olvidamos de que Él ha prometido no dejarnos. No podemos evitar pasar por dificultades, después de todo, ¿qué sería la vida sin altibajos? El secreto está en saber que no estás solo. Si se lo permites, Dios te toma de la mano y te ayuda a levantarte, te da fuerzas, te abraza en medio de la soledad, sana tus heridas y quita tu dolor y tus temores con su amor. Y convierte eso que estás pasando en un escalón para que cuando lo superes seas mejor que antes. Busca a Jesús en medio de tu dificultad, Él nunca duerme para así poder cuidar de ti, así que sin importar la hora o el lugar, estará dispuesto a escucharte y ayudarte.

"No temas, porque Yo estoy contigo; No te desalientes, porque Yo soy tu Dios. Te fortaleceré, ciertamente te ayudaré, Sí, te sostendré con la diestra de Mi justicia."

Isaías 41:10

Job caminó hasta el final, superó su prueba, y todo lo que tenía lo recuperó y eso potenciado, porque terminó teniendo más de lo que tenía al inicio. Sigue luchando, ¡no te rindas! Dios es tu socorro y tu auxilio, no tengas miedo. Y en medio de toda la tormenta y tempestad de tu vida, confía en el Dios al cual le obedecen los vientos y los mares.

Salmo 121

1 A las montañas levanto mis ojos; ¿de dónde ha de venir mi ayuda?

2 Mi ayuda proviene del Señor, creador del cielo y de la tierra.

3 No permitirá que tu pie resbale; jamás duerme el que te cuida. 4 Jamás duerme ni se adormece el que cuida de Israel.

5 El Señor es quien te cuida, el Señor es tu sombra protectora. 6 De día el sol no te hará daño, ni la luna de noche.

7 El Señor te protegerá; de todo mal protegerá tu vida. 8 El Señor te cuidará en el hogar y en el camino, desde ahora y para siempre