BESAR A UN DESCONOCIDO
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¿Has hecho algo verdaderamente malo en tu vida? Algo imperdonable, tan vergonzoso que no te atreverías a contárselo ni a tu amigo más cercano, esas cosas que se llevan a la tumba, mueren contigo y en el silencio.
Seguro que sí, todos hemos cometido errores que nos avergüenzan, lo malo de esto es que la mayoría del tiempo esas cosas te persiguen, y hay una vocecita que sabe cuál es el momento justo para recordártelo y arruinar lo que sea que estés haciendo.
O, tal vez, estás acostumbrado a que te sucedan cosas malas, es tan común que de verdad piensas que estás destinado a sufrir, eres algo así como un imán de la desgracia, y te dieron un combo de vergüenza y tristeza para adjuntar que viene en cantidades inmedibles.
Y ¿qué pasa si te digo que hay una simple fórmula para hacer que tu sentimiento de desdicha desaparezca? En realidad es algo más sencillo que una fórmula, la respuesta es besar a un desconocido. Te explico cómo funciona con esta breve historia:
“Hace mucho tiempo había una mujer que había cometido tantos errores en su vida, que sentía que no podía ser más desdichada, sentía tanta vergüenza que nunca pensó que podía llegar a ser feliz, porque la sombra de todos sus errores la perseguía. Un día escuchó de un hombre que decían que perdonaba pecados, que estaba en una casa cerca de donde ella estaba, y tal era su desesperación que tomó un frasco de perfume, que era lo único que tenía, y salió corriendo a ese lugar en busca de una respuesta, era su última esperanza. Todo lo que pudo hacer fue lanzarse a los pies de ese desconocido, derramar el perfume, llorar sus penas y besar sus pies. Y haciendo esto recibió lo que por años había buscado y no había encontrado, el perdón” (Lucas 7:36-50)
Se piensa que no existió día más feliz para esa mujer como ese, el día en que besó los pies de ese desconocido cuyo nombre era Jesús, quien perdonó sus pecados, a pesar de las críticas de los que estaban en ese lugar, las palabras de Jesús fueron: al que mucho se le perdona, mucho ama.
Si estás desesperado, hay alguien que está esperando perdonar todos tus errores y hacerte sentir libre, porque está convencido de que su amor es más fuerte que el pecado que estás cargando. Es hora de rendirte, de dejar de luchar solo y en tus fuerzas. Llegó el momento de besar a ese desconocido que dice que te ama, que te perdona y que quiere ser parte de tu vida; es hora de besar a Jesús.
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” Juan 3:16