EXAMEN POR SUFICIENCIA

¿Cuántas veces te has creído tan bueno en algo que crees no necesitar ayuda, alguien que te guíe o explique lo que debes hacer?, probablemente tu respuesta sea: muchas veces. Está en nuestra naturaleza creer que somos autosuficientes y que entre más conocimiento tengamos mejor puede ser nuestra vida cotidiana.

Desde tiempos antiguos encontramos a lo largo de la historia hombres y mujeres que han dedicado su vida al estudio y conocimiento; y en la biblia encontramos un grupo de personas llamados fariseos que se caracterizaban por tener mucho conocimiento sobre la ley, tradiciones de su pueblo, medicina, contabilidad además de ser sumamente influyentes en el pueblo judío. Pero tenían una característica particular, ellos esperaban un salvador, alguien que los rescatara de un mundo que no parecía que tuviera salvación, que trajera esperanza y restitución. Mas sin embargo, cuando ese salvador llegó no lo reconocieron, estuvo frente a sus ojos y no lo vieron, al contrario, lo mataron. No era lo que esperaban ni era lo que buscaban, o al menos eso creían en su sabiduría.

Y por increíble que parezca, somos mas parecidos a los fariseos de lo que te imaginas, tal vez para ti esto no tenga sentido, pero déjame explicarte el por qué. Solemos creernos autosuficientes por el conocimiento que tenemos, por nuestro intelecto, por nuestra influencia en la tierra; sabemos de libros, leyes, ciencia, medicina, historia, de los astros, de la tierra, de las plantas, del mar… Pero nos cuesta reconocer que el salvador está frente a nosotros y nos llama continuamente, al punto que pensamos que Él no tiene que ver nada con nosotros y hasta lo hemos matado en nuestro corazón creyendo que no lo necesitamos. A pesar de ver la destrucción continua de nuestra tierra, la muerte, el hambre, los problemas que se incrementan cada vez más, y aun después de todo esto, nuestra propia sabiduría dice no necesitamos al salvador, que solos podemos.

"A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.

Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios."

Juan 1:11-12

La vida no es un examen que puedas hacer por suficiencia, no necesitas títulos, conocimiento o influencia para vencer y ser una persona exitosa. En medio de todo el caos, por increíble que parezca, hay uno que te quiere salvar, que está tocando la puerta sin cesar. Así que vamos, deja de ser autosuficiente, que hoy Dios quiere que le recibas y puedas ser llamado su hijo.